En las fotografías con el director brasileño Bebeto Abrantes
En el Parque Estadual da Serra do Mar donde nace el río Paraibuna en medio de la mata atlantica. Esta era una floresta que tenía más biodiversidad que la selva Amazonica. Hoy en día queda sólo un 8% de lo que fue. El lugar de la fotografía era una antigua estancia, donde sacaron los mayores arboles para madera y desmontaron para criar ganado. Después de convertirse en el parque, el lugar se dejo sin intervenir lo que permitió que la floresta se regenerara sin ser reforestada por el hombre.
Al recorrer ese increíble lugar logro divisar que tanto las selvas, como las pampas o montañas, no necesitan del hombre para erguirse en plenitud, renacer y volver a su estado de equilibrio.
Será que nuestra civilización podrá aprender a sentirse parte de la naturaleza? Será que tendremos la fuerza para regenerarnos y erguirnos como nuevos individuos? Al menos vale intentarlo no? ATITU AMIG@S